En este tema hemos reflexionado
sobre distintas cuestiones como:
La cocina tradicional frente a la
cocina moderna que como en muchos otras cuestiones controvertidas, cada cual
defiende aquella en la que cree, aunque considero que no son contrapuestas sino
complementarias.
De otra parte hemos tratado sobre
algunas de las menciones obligatorias y opcionales del etiquetado de los
alimentos aplicado a los distintos productos que se compran en el día a día.
Para terminar, hemos creado un
juego con el que los alumnos "aprendan
jugando" distintos
conceptos sobre alimentación saludable,
los alimentos, los nutrientes y las técnicas culinarias.
En relación al uso que podemos
dar a estos contenidos en nuestras clases con nuestros alumnos, es evidente que
son contenidos que aparecen de forma transversal en distintas asignaturas
aunque principalmente lo hagan en Ciencias Naturales. Somos educadores y por
tanto, además de contenidos teóricos más
o menos cercanos o abstractos, debemos enseñar y reflexionar sobre cuestiones
vitales como son nuestros propios alimentos que tomamos y damos a nuestros
hijos.
Debemos procurar que estos sean lo más equilibrados y saludables
posibles. No cualquier cosa cumple esta función y gracias a los estudios que
existen sobre esta cuestión y en especial a la propia universidad que ha
llegado a los fogones, podemos hacer un acercamiento objetivo y científico a
nuestra alimentación.
Como docentes estamos obligados a difundir entre los más
pequeños, estos conocimientos que van a influir en su forma de enfrentarse a la
comida y hacerles ver que en realidad seremos aquello que comamos. Nuestra
salud estará directamente relacionada con estos hábitos alimenticios, no vale
cualquier cosa para alimentarnos, debemos utilizar solo lo mejor. Así que habremos
de concienciarlos sobre los equilibrios que requiere nuestros cuerpo y como esto
influye directamente en nuestra salud, salud que hay que cuidar desde la más
tierna infancia. Así que todos a hacer menús equilibrados desde el conocimiento
de los alimentos, ayudar a sus madres en la compra diaria y elección de los
alimentos más sanos e idóneos para ellos.
Sería muy interesante que lo
anterior lo completásemos y complementásemos con una educación dietética que
debemos hacer también con las madres/padres, aprovechando para ello las
reuniones periódicas que tengamos en tutorías compartidas y globales para temas
generales. Se trata de crear concienciación en toda la comunidad educativa,
sumar esfuerzos en todas las direcciones y en todos los frentes.
Los alumnos pueden diseñar
campañas, donde mediante pequeñas charlas y cartelería creadas por ellos mismos,
difunda entre sus compañeros de las clases más inferiores, la idea de volver al clásico bocata de toda la
vida e ir eliminando la bollería industrial.
Se pueden regalar como premio para los mejores carteles y eslóganes, raciones de fruta para la hora del recreo. Sería interesante contabilizar a lo
largo de todo el curso el tipo de bocadillo, fruta... que cada uno trae al
colegio y hacer gráficas de la evolución de los datos en las distintas clases,
dando a final de curso un premio con una buena cesta de fruta a la clase donde
haya sido más positiva esta evolución de cambio de hábitos.
Por supuesto todos
estos eventos deberían tener un tratamiento amplio en los distintos medios de
comunicación internos del colegio: blog de aula, twitter, web del colegio...
para que la repercusión fuese lo mayor posible y el mensaje fuera masivo a toda
la comunidad educativa.
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